INMORTALS: The Six Siprits cap 54

LYCANCITO:

(*3*) no lo diré, no 😀

Ethan: «Todo sea por la felicidad de una loli 😀 😀 »
En este cap trataré brevemente la duda del cap anterior  y en el prox. las consecuencias 😀

 

Felicidad

Ducado de Milán, 5 días antes

Después de usar uno de los cristales de teletransportación, llegué a Roma y de allí me dirigí a Milán. Necesitaba una prueba al llegar a China, para poder convencerlo que no soy su enemiga, y qué mejor manera que asesinar al que mató a la madre de una de ellas.
Me hospedé en una casa frente a la residencia de Leonardo, y allí empecé a tramar el asesinato de Alaric. Pero no conté con la llegada de otros magos.
– “Maldición, ya llegaron”; dije molesta, al ver a Jean y los demás.

Decidí escribir una carta, en la cual le pedía tener una reunión conmigo, sé que no nos llevábamos bien pero siempre mostró interés en mí y me aprovecharía de ello.
Nos reuniríamos en un hotel ubicado en el centro de la ciudad, con la condición que no se lo dijera a nadie. Aunque si logro mi cometido, seré la única a la cual puedan culpar.

Sólo quedaba esperar.
Eran las 12 del mediodía cuando llegó.
Abrí la puerta y él dijo:
– “Pensé que me odiabas”
– “Y lo sigo haciendo pero necesito que me ayudes en algo”
– “Lo sabía”
– “¿Qué quieres?”
– “¿Tienes tu cristal ahora?”
– “Sí, pero no te lo daré”
– “Lástima, sólo lo quería para ir a Estambul. A cambio sería tuya, sólo por hoy”
– “Vaya, ¿Y qué piensas hacer allí?”
– “Comprar vestidos de seda y joyas que no se encuentran en Europa”
– “Está bien, te lo daré. Pero primero dame el servicio”
– “Claro, pero date la vuelta por favor es que me avergüenza un poco que me veas desnuda así de a primeras”
– “No hay problema”; dijo dando la vuelta.
– “Eres repugnante”
– “¿Qué?”; dijo volteando
– “Espada divina”; dije invocando una espada en mi mano y balanceándola hacia su cuello.
Demasiado tarde se dio cuenta de lo que en verdad quería, su cabeza rodó por el piso con una expresión de sorpresa y su cuerpo se mantuvo por unos segundos de pie para luego caer al suelo. Busqué en sus bolsillos el cristal y lo encontré.
Fue una suerte saber que el cristal que tomó al salir hacia aquí fuese el de Estambul. Al parecer Leonardo le pedía comprar cosas en este lugar.
Metí la cabeza en una bolsa y la congelé para que no se pudra, ya que el lugar al que iba era muy caluroso.
El mío tenía como destino Roma, pero hice que el punto de inicio sea Varsovia.
Acumulé magia en el cristal y luego de unos minutos aparecí en una casa abandonada a las afueras de Estambul.
Pregunté a algunas personas sobre lo que quería saber y por suerte encontré a algunos mercaderes. Los seguí y supe que estaba donde quería estar.
Cuánto tiempo demoraré no lo sé espero que pocos días, y así empezó mi recorrido siguiendo la Ruta de la Seda.

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Yichang

– “¿La Ruta de la Seda? Ja ja ja, ahora veo porque ni siquiera pudiste defenderte al presentarte ante nosotras. Usaste todas tus reservas mágicas para llegar aquí”; dijo Kumiko.
– “De no ser por Scarlet, ahora estarías muerta”; dijo Katya.
– “Ya, cálmense. Iria ¿Dices que están desarrollando una nueva arma?”; preguntó Sophie.
– “Así es”; dijo Iria; “Al parecer necesitan de magos divinos para crear las armas, pero sólo sé eso. Aparte hay varios ejércitos que podrían darles problemas”

Todas se miraron entre sí y fue Katya la que rompió el incómodo silencio.
– “A todo esto, ¿Te enamoraste de Ethan?”; preguntó Katya.
– “Sí, deseo estar a su lado cuando derrote a los Hunters”; contestó de manera firme y decidida.
– “¿Por qué?”; preguntó Sophie nuevamente.
– “Porque nunca había conocido a alguien tan fuerte y digno de admiración”
– “Concuerdo con ella”; dijo Aubrey.
– “Y el cristal que tienes allí ¿Dices que puede llevarnos a Varsovia si queremos?”; preguntó Katya
– “Sí”
– “Es cierto, Alessia tiene uno también”; dijo Alva.
– “3 cristales en nuestro poder, eso es beneficioso”; dijo Katya.
– “Muy beneficioso”; dijo Kumiko.

Platicaron largo y tendido, cosas sobre su pasado, los Hunters, sus amistades, etc.
Sólo una la miraba con cierto recelo.
Nereia no quiso estar presente pero Ethan le había encargado la protección de Sophie así que no se podía alejar demasiado. Lyna después de saludarla y agradecerle se fue a la biblioteca.
Ignis y Phi estaban a un metro de Iria, dispuestas a atacarla si intentaba algo raro.
Le caía mal pero había algo en ella que no lograba descifrar.

– “¿Nereia, lo sientes?”; preguntó Scarlet.
– “Sí, pero qué puede ser”; contestó Nereia.
– “No lo sé, pero aunque dice la verdad, hay algo que me inquieta”
– “No te preocupes, yo la mantendré vigilada”
– “Cuento contigo”; dijo finalmente.

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Hong Kong
Habíamos alquilado una habitación doble, ya que Gía dijo que el viaje le estaba afectando a Rin y debíamos descansar. Me encontraba en la habitación, Ethan miraba a las chicas dormir.
De seguro pensando a quien de ellas devorar.
Nunca pensé que tuviera relaciones incestuosas con su hermana.
Pero dejando eso de lado, estaba nerviosa, no sabía cómo decírselo al idiota de Ethan.
Estaba entre si decirle o no.
Papá quiere conocerlo.
Aaaaah, no tengo de otra.

– “Ethan ¿Puedo conversar contigo un momento?”; dije sentándome a su lado.
– “Claro, dime”
– “Iré al grano, mi padre quiere conocerte y quiero que me acompañes a mi pueblo”
– “Uhm… está bien”
– “¿En serio?”
– “Sí, después de todo queda cerca del Sacro Imperio al cual iré”
– “Gracias”
– “Selene, ¿Crees que tu padre acepte una alianza entre nuestras razas?”
Quedé sorprendida ante su pregunta, tal vez él pueda convencer a mi padre de formar una alianza y exterminar a los Hunters.
– “No lo sé, pero si le demuestras tu fuerza puede que lo haga”
– “Excelente»; dijo y después de un corto silencio, continuó; «Todas están durmiendo ahora, descansemos también”
– “Sí, gracias por cierto”; dije dándole un golpe en el brazo.
– “Ouch… Selene trata de controlar tu fuerza, por favor”
– “No me pidas imposibles, idiota”; dije apoyando mi cabeza en su hombro. Y así nos mantuvimos hasta que me quedé dormida.

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– “¿Por qué no lo dijiste antes?”; le pregunté a Alessia.
– “Me olvidé, lo siento hermanito”; contestó.
– “¿En qué parte de la casa es el punto?”
– “Cerca al río, donde Aubrey y Kumiko entrenaban”
– “¿Puedes usarla ahora?”
– “Sí”
– “Chicas reúnanse, Alessia olvidó decirnos que tiene un cristal de teletransportación pero iremos directamente a la casa de Kumiko en este momento”
– “Je je”; dijo al ver que todas la miraban; “Lo siento”

Ella se ubicó frente a nosotros y acumuló energía mágica en el cristal, después de unos minutos brilló y fuimos teletransportados cerca de la casa de Kumiko.

– “Woah eso fue sorprendente”; dijo Sylph.
– “Hagámoslo de nuevo”; dijo Gía, al parecer Rin compartía su opinión ya que brincaba junto a ella. A propósito de Rin, ella ha crecido en estos días y ya mide 50 centímetros de altura.

Sophie y las demás vinieron a ver qué había pasado, cuando en mi rango de visión entró alguien que no debería estar aquí.
Iba a ir directamente a atacarla pero debido a que todas estaban felices, supuse que ella no representaba ninguna amenaza.
Sophie me besó como siempre, luego Katya, Lyna y así sucesivamente.

Ellas me contaron lo que había pasado en mi ausencia, y que debía ir cuanto antes a Europa. Iria al parecer vino aquí sólo por mí.
– «¿Dónde está Lyna?»; pregunté al no poder verla.

– «Está en la biblioteca»; dijo Katya

– «Está bien, ya vuelvo. Sylph no me he olvidado del juramento»; dije.

– «Sí, Maestro»; dijo Sylph.
– “Espera…”; me detuvo Iria.
– “¿Qué sucede?”; pregunté.
– “Quiero hablar contigo a solas”
– “Está bien, pero que sea rápido”

Pasamos a mi habitación, la hice sentarse en una silla mientras yo hacía lo mismo en la cama.
– “Desde que te vi he hecho ciertas cosas que no pude resistir, y ahora que te tengo aquí cerca de mí, el impulso es mayor. Si lo que dijeron las demás es cierto quiero formar parte de tu harén”; me esperaba algo así pero no de la manera en que lo dijo.
– “Está bien, pero antes tengo una pregunta que hacerte”
– “¿Y cuál es?”

– “¿Estarías dispuesta a matar a tu propio padre?”
– “Lo haré si es necesario, después de todo sus pecados me causaron mucho dolor”
– “Ya veo… ¿Quieres convertirte en vampira?”
– “Sí”
– “Hoy haré algo que cambiará la vida de Sylph, una de mis familiares. No puedo pedírselo a Luz porque sé que no querrá hacerlo, pero si tú me ayudas, me demostrarás que todo lo que les dijiste, es verdad”
– “¿Qué debo hacer?”; preguntó confundida
– “Ya lo sabrás, acompáñame”

Dicho esto salí con ella, me despedí de todas que miraron con asombro que cogí de la mano a Iria y la llevé conmigo.

Llegamos a la biblioteca, entramos y en uno de los rincones vi a Lyna leyendo varios libros.
– “Hola Lyna, ¿Lo encontraste?”
– “Sí, pero hay un problema. Espera ¿Qué hace ella aquí?”; dijo al ver a Iria
– “No te preocupes, nos ayudará”
– “Bueno, encontré en varios libros operaciones que realizan trasplantes de ciertas partes, y se puede hacer, pero un ojo humano no puede adherirse al de un ser elemental. Lo deduje, ya que somos diferentes en muchos aspectos. Lo siento”

Había hecho un juramento, no podía decirle que no ahora y si no se puede hacer con humanos tal vez sí se pueda con seres elementales. Pero no podía pedirles a ellas que lo hagan, no sería nada bueno. Debía despejar esa duda primero.

– “¿Y un ser elemental, podría hacerlo?”; pregunté.
– “Es cierto no lo había pensado. Sí podría pero… sus hermanas…”; dijo Lyna
– “Cualquiera de ellas lo haría, pero fui yo el que le hice un juramento y lo cumpliré. Iria te cederá su poder mágico para que lo hagas”
– “Será complicado, pero he estudiado todo lo relacionado a anatomía humana, inclusive antes de que mis víctimas murieran, experimenté con ellos en estos días”
– “Cuento contigo”; dije dando por finalizada la conversación.

Nos dirigimos a la casa mientras Lyna le explicaba todo a Iria.

Sophie, Katya y Kumiko salieron de cacería, por ende Ignis y Phi, tampoco estaban.
Bien, esto lo hará más fácil.
Reuní a todas mis familiares,  les dije que necesitaba un tiempo a solas con Sylph y que ellas debían de ir cuanto antes en busca de Sophie y las demás porque pensaba partir ahora mismo.
– “¿Pero por qué no va solo una?”; preguntó Nereia un poco molesta.
– “Vayan todas, sólo Sylph puede quedarse”
– “¿Hice algo malo, Maestro?”; preguntó Sylph.
– “No”

Luz, Gía y Brigit entendieron, convencieron a las demás de hacer lo que les ordenaba y pocos minutos después se fueron.
Las dejé esperando en la sala mientras iba a buscar a Selene, le dije que ya era hora, me dio un frasco, se molestó y se fue al bosque.
Volví a la sala rápidamente.
– “Sylph necesito que tomes esta medicina”
– “Sí”; dijo y luego bebió todo el frasco.
– “¿Cómo te sientes?”, pregunté al cabo de unos segundos
– “Un poco can…sa….”; dijo quedando totalmente inconsciente.
La sostuve en brazos antes que se golpeara con el suelo.
La llevé a mi cama y la acosté suavemente en ella.
– “Iria… sólo podré mantenerlo por unos segundos. Hazlo rápidamente”
– “Sí”

Me recosté junto a Sylph, quien descansaba plácidamente.
“Puedo hacerlo, recuerda, recuerda ese sentimiento, haz memoria, envuélvete en él. Es todo lo que puedo hacer, lo siento”, dije mentalmente, luego vi por última vez a Sylph, y lo liberé.

Horas después desperté, Lyna e Iria estaban agotadas.
Iria dormía en una silla, mientras Lyna sonrió la verme despertar.
– “Ethan, eres un genio. Funcionó”; dijo Lyna emocionada.
– “No, tú lo hiciste, mereces todo el crédito. Además puedo ver bien, esperemos que Sylph también lo haga”; dije.
– “Nunca se me hubiera ocurrido y eso que he leído bastante sobre medicina”; dijo Lyna.
– “Ya está despertando…”; dije al sentir que se movía.

Sylph se sentó sobre la cama, tocó la venda que recubría sus ojos y se asustó.
– “¿Maestro?”; dijo.
– “Aquí estoy”; dije.
– “Creo que es momento”; dijo Lyna.
– “Sylph voy a retirarte lentamente las vendas de tus ojos y quiero que los abras lentamente ¿Sí?”; le dije, pude sentir que su corazón latía rápidamente, tal vez debido a la emoción.

Respiré hondo y luego solté un suspiro, puse mis manos sobre las vendas y las fui retirando lentamente. Sylph cerraba los ojos fuertemente y temblaba.

……………..………………………………………….

– “Sylph, ya retiré las vendas. Puedes abrir los ojos”; escuché decir a Maestro.

Sentía miedo pero también deseo. Lentamente fui abriendo los ojos, se veía un poco borroso al principio, pero luego fue despejándose todo.
Lo primero que vi fue el rostro de Maestro, era hermoso, quien me miraba con una gran sonrisa. A su lado estaba Lyna y más allá estaba Iria, durmiendo en una silla.
Podía ver los diferentes colores de las cosas que había dentro de la habitación, y a través de la ventana a una pareja de aves volando en el cielo infinito.
No pude contenerme más, había recuperado la vista y frente a mí estaba aquélla persona que lo logró. No fue Luz, sino él. Las lágrimas empezaron a salir.
Empecé a llorar profusamente, puse mis brazos alrededor del cuello de Maestro y pegué mis labios con los suyos, seguí llorando de emoción, pero ahora acurrucada en su pecho.
– “Muchash gachias, Maeshto, muchash gachias”; dije mojando la camisa que llevaba Maestro con mis lágrimas, mientras el suavemente me acariciaba.

Era el ser más feliz sobre la tierra. Había recibido el mejor regalo de todos, podía sentirlo, una parte de él ahora vivía en mí.

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