Shin Sekai: Reborn Cap 1

Aqui esta el capitulo uno de mi libro disfrutadlo

CAPITULO 1

 DISTINTAS ESPECIES, DISTINTOS CAMINOS

Hace unos 3 años yo era el típico chico normal de instituto pero, llegó un día en el que vi al súper inteligente Rudeim, coqueteando con una de chica, al principio creí que acabaría conquistándola como siempre hace pero me equivoque y Rudeim al ver que no pudo llevársela al huerto a pesar de sus encantos intentó obligarla y fue entonces cuando me metí en medio dándole un fuerte  puñetazo en la cara a Rudeim, poco después se largó corriendo al igual que la chica.

Semanas después de ese incidente Rudeim y 5 amigos suyos me acorralaron y me propiciaron una brutal paliza con la que acabe en coma. Y a pesar de estar en ese estado deplorable yo escuchaba a todos los que estaban a mí alrededor solo para darme cuenta de que todo eran palabras de compasión y tristeza, pues era un huérfano que sobrevivía a base de trabajo duro mientras aun intenta estudiar duramente. Y yo a pesar de que no tengo nada ¡Siempre consiguen quitarme más! Sin casa, sin familia, ni siquiera amigos por culpa del trabajo, a pesar de no quedarme nada más consiguieron quitarme algo, la última cosa que aún conservaba conmigo mi libertad. Lo único de valor que poseía me lo arrancaron de golpe. Esa libertad era mi único camino para poder conseguir tener algo más  pero se vio truncado ese día y ya nunca más volvería. No hasta su aparición.

* * * * * *

En estos últimos 3 años solo pensaba en una cosa, en mi deseo de morir.

“¿Deseas morir? Qué te parece si en vez de eso escuchas mi propuesta.” (¿?)

¿Quién habrá dicho eso? ¿Un médico? No eso es imposible, tras tanto tiempo conozco la voz de todos los médicos a cargo de mí. Pero sé que escuche la voz de alguien aquí ¿Quién podría ser?

“Yo soy ese alguien.” (¿?)

Justo después de esas palabras un fulgor rojo apareció delante de mí, siendo esta la primera luz que veo en 3 años. De algún modo u otro esto me otorgó la capacidad de poder mover mi cuerpo de nuevo, permitiéndome caminar lentamente y lo más importante puedo volver a ver. Para mí esto era más de lo que hubiera querido nunca, tras tantos años pude recuperar mi vida, pero mi suerte jamás permitiría algo que pudiera beneficiarme, y a los pocos pasos que di sentí como unas cadenas se enrollaban entorno a mi cuello apretándome, mis brazos y piernas de igual forma fueron encadenados y se estiraron hasta que mi cuerpo formo una X de carne y desesperación. La única cosa que podía hacer era mirar todo lo posible hacia todos los sitios posibles para intentar soltarme pero no había más que la negra y profunda oscuridad. Aún con todo dentro de esa oscuridad se podían ver 2 luces, una se encontraba encima de mi cabeza la cual era una llama que cambia de formas y colores en una sucesión de amarillo, naranja, rojo y azul formando un círculo vicioso; la otra era de una tonalidad de rojo demasiado fuerte para que mi débil vista me permitiera siquiera poder mirar durante mucho tiempo.

Unos segundos después, del interior del fulgor salió una figura humanoide la cual poseía alas deformadas de color negro y morado, este ser debía de medir cerca de 2 metros, su complexión era como la de un fisicoculturista pero aun así daba la apariencia de ser muy rápido y no parecía que sus músculos fueran un impedimento a su velocidad de movimiento. Las piernas eran mas como las patas de un león con unas garras como cuchillas saliendo de la parte delantera, sus manos relajadas portaban un báculo deforme con una terminación hecha de cuchillas simulando una alabarda. Su piel, al contrario que sus alas, era de de una tonalidad parecida al bronce y lo más importante era su cabeza, de la cual salían un par de cuernos rotos apuntando hacia mí, sus ojos desprendían confianza y poder tenía orejas como la de los elfos pero en menor tamaño, su pelo era de un color blanco que le llegaba hasta la cintura el cual estaba atado amarrado con hilos de los que sobresalían varias cuchillas, también poseía varias joyas incrustadas en su frente, la que estaba a la izquierda poseía una figura en forma de rayo y era color oro, la central no tenía figura pero estaba rodeada por fuego y la ultima era una simple roca sin pulir. Este ente me miraba mientras se acercaba, en cierta forma estaba agradecido de poder hablar con alguien o algo después de tanto tiempo.

“Chico, deberías de agradecerme que siquiera me moleste en mirarte. No sabes quién soy porque es imposible que sepas lo que sucede en otro mundo.” (¿?)

“¿Otro mundo?”

“Si. En mi mundo se me conoce como la encarnación del mal, el rey de todas las criaturas del gran imperio de Nazaktum, y el único capaz de unificar a todos los demonios, recuerda bien mi nombre, grábatelo a fuego en tu mente, pues yo soy Aindrain y tú eres mi elección.”(¿?)

“¿Tu elección? ¿A qué te refieres? ¿Para qué he sido seleccionado?”

“No tengo tiempo de explicarte todo. Lo único que necesitas hacer ahora es elegir, te doy 2 opciones, la primera es quedarte el resto de tu vida en esa cama sin poder hacer nada y la segunda opción es morir en este mundo y revivir en el mío. Ten en cuenta que si revives volverás a ser un bebé aunque mantendrás tus recuerdos actuales. ¿Y bien, que elegirás?” (¿?)

“¿De verdad necesitas preguntarlo? Llevo más de 3 años postrado en esta maldita cama, lo que me está pasando  no puede tratarse como una vida, esto es solo una maldición. Así que si preguntas por mi elección la respuesta está clara, llévame ese mundo. ¡Permíteme vivir de nuevo!”

“Tal y como esperaba de mi elección, esa ha  sido una respuesta sin dudas y directa. Por cierto se me olvidaba, al mundo al que te dirigirás no habrá una sola especie de seres inteligentes. En fin, lo verás dentro de un momento. Y escucha, cuando te veas capaz ven a buscarme a mi territorio, pero deberás ser fuerte para poder llegar hasta mi, el camino que te espera será largo y tortuoso.” (¿?)

Este ser llamado Aindrain desapareció poco después entre un estruendo de rayos negros y rojos haciendo que la sala volviera a su estado original, una total y absoluta oscuridad, por suerte esta vez había una diferencia y era que sentía como las cadenas opresoras iban desapareciendo una tras otra y en cierta forma esto me hizo darme cuenta de que mi cuerpo ya había abandonado todo rastro de vida, aunque no solo lo noté por esto sino que también mi cuerpo dentro de esa oscuridad estaba cambiando se convertía un una masa incorpórea incapaz de quedarse de una forma, ondulaba como si fuera el pelo siendo movido por una suave brisa.

De repente veo como unas tenues llamas de color rojo iban apareciendo de forma paralela dirigiéndose  al mismo camino, supuse que esto era una señal para que siguiera la ruta que se había acabado de generar.

En pocos minutos alcancé el final del camino, el cual terminaba en una amplia sala con seis puertas de diferentes formas y colores. En el centro de esta sala se encontraba un anciano que debía de rondar los 80 años, su altura no era más que aproximadamente un metro y medio, sin duda era más que bajito que yo, su complexión era la de alguien que no ha comido por semanas, estaba escuálido y parecía que en cualquier momento se iba a caer o que incluso la más ligera de las brisas podía hacerle volar. Su pelo era una larga y blanca melena y poseía una larga barba canosa que llevaba arrastrando por el suelo sus ojos parecían no poseer vida alguna pero aun con esas tenía una gran sonrisa retorcida mostrando una mandíbula con una gran falta de dientes. Su vestimenta era del todo extraña y escaza pues solo poseía un taparrabos y una túnica con capucha raída cuya forma era imposible de describir.

Seguidamente se acercó a mí con una velocidad imposible para alguien de su edad y su estado físico y sin apartar su deformada cara señaló hacia una especie de tablón de anuncios. Solo aparte mí vista de él un momento y cuando me giré hacia donde estaba el tablón ese anciano ya estaba ahí.

Con una voz quebrada y ronca por la edad y la mala hidratación que debía de estar pasando de dijo.

“Acércate pequeña alma perdida. Aquí tienes que elegir en qué renacer y será mejor que tu elección sea buena o te irá tan bien como a los que se encuentran ahí.” (Anciano)

Seguí a donde señalaba su dedo hasta encontrarme con una pila de incontables personas o cosas. Algunos tenían cuernos, otros poseían alas, otros parecían lagartos o insectos y otros eran, por apariencia, simples humanos.

“Esos cadáveres de ahí son las elecciones fallidas de cierto ser. Si no quieres acabar así en el otro mundo más te vale hacer una buena elección. Te diré que existen una gran multitud de razas distintas en el mundo de abajo pero de entre todas solo podrás escoger entre las que decida el tablón.” (Anciano)

Seguidamente asentí con miedo aceptando su consejo. Me acerco al enorme tablón el cual poseía carteles con fotos de diversas figuras.

El primer cartel es de un Hombre Bestia. Según dice el cartel, esta raza es parecida a los humanos pero con orejas de  animal y una cola que parece bastante esponjosa, en la cara tiene 6 líneas, 3 de ellas en cada mejilla. Según parece cada hombre bestia  pueden llegar a poseer la cualidad de transformarse en la especie de bestia que lo define, es decir un hombre cuya especie bestial es el lobo se transformación sería la de un lobo humanoide. Al parecer en su forma de bestia se vuelve loco, atacando a cualquiera.

El siguiente cartel es de la especie “Dragzeel, no hay dice mucho sobre ellos solo puedo leer que poseen un par de cuernos en la cabeza y poco mas, no sé que decir sobre esto la verdad pero por lo poco que hay de descripción dice que puede tratarse de una fusión entre un humano y alguna especie de dragón, lo que me preocupa es que no lo afirma sino que lo pregunta.

“HoHoHo. Esto es muy extraño, la última vez que vi a uno fue hace mas de 1500 años. Sin duda es algo muy especial.” (Anciano)

Así que es una raza rara. Espera, el vejestorio acaba de decir que la última vez que lo vio fue hace más de 1500 años ¡¿Pero qué tan viejo es?!

“Esta especie se extinguió hace mas de 1500 años. Nadie sabe el motivo pues simplemente desaparecieron de repente. Esto es muy interesante, jejejeje. Se dice que esta especie fue la que sentó las bases de la magia.” (Anciano)

Ahora que me ha dado esa información me estoy interesando en esa raza, ya que de ser posible me gustaría ser un mago en el otro mundo, cualquier persona querría ser uno ¿cierto? y según la información que me dio el viejo, puedo decir que esta raza debe de tener grandes capacidades mágicas. El único problema es que este cartel tiene muchas incógnitas, gran parte de este está roto, y eso no lo hace muy fiable. Lo último que pone es “Observar” y nada más.

“Pequeño, pareces estar de suerte, al parecer esta raza posee la habilidad “Observar”, esta habilidad es propia de la profesión explorador y es curioso ver que venga de serie en una raza. Su efecto es que muestra ciertos datos de la persona que eliges en mayor o menor medida, esto depende de tu capacidad y la fuerza del ser o cosa donde intentas usarla.” (Anciano)

“Entiendo. Eso es bastante útil.”

También está el cartel perteneciente a la raza Alfar Negro, en la descripción ponía que estos en actitud y en color de piel eran diferente de los alfar blancos pero todos vivían igual pues son la misma especie con la excepción de que el alfar blanco odia a los Alfar negro, si escojo pertenecer a esta raza tendré la capacidad de usar una habilidad llamada control arbóreo, pero no se que hace y cuando le pregunto al viejo simplemente me ignora, parece que sigue embobado con los Dragzeel

La siguiente raza en hacer su aparición fue la de los humanos. En fin no hay mucho que decir sobre esta  raza, los humanos son iguales en cualquier mundo. No hay nada que destacar de ellos, de hecho en el cartel solo pone “Raza: Humano, rápida habilidad de reproducción” y punto, tal cual, me da vergüenza el saber que pertenecía a esa raza, pero le falta una cosa al cartel y eso sería que son paranoicos y traicioneros.

Bien, ha costado pero ya se las diferentes razas entre las cuales puedo reencarnarme. De momento voy a hacer un descarte sobre cual me interesa a raíz de la información que me fue concedida y, obviamente, no pienso vivir como un humano otra vez, creo haber sufrido demasiado con esa raza.. Tampoco escogeré a los hombres bestias, parece una raza fuerte pero no me da lo que busco, una gran capacidad mágica. Esto solo me deja 2 opciones ser un dragzeel o un alfar negro, ambos tienen buena capacidad mágica, pero creo que escogeré al alfar negro por su habilidad de control arbóreo y porque poseo más información sobre este que sobre el dragzeel, aunque es una  pena el no tener esa habilidad de “Observar”, parecía útil.

“Anciano ¿Cómo hago para escoger la raza?”

“Oh ¿Ya te has decidido?  Bien, pues tan solo tienes que decirme cual es la que has escogido.” (Anciano)

“Entiendo, en ese caso, escojo la raza Alfar Negro, por favor.”

“¿De verdad no elegirás a la Dragzeel? Qué aburrido, me hubiera gustado ver como vivías siendo un Dragzeel.” (Anciano)

“Bueno, siento cortarte el rollo anciano, pero no escogeré una ruta tan dudosa.”

“Como quieras, pero te daré un consejo, no se te ocurra bajar la guardia en ese mundo. Ten cuidado. (Anciano)

“¿Mmm? Creo que podré apañármelas sin ese consejo. Nunca pretendí tener la guardia baja.”

Con un suspiro de decepción el anciano se acercó a la puerta de color negro y la abrió con una de las tantas llaves que tenía colgadas de un llavero enorme, el cual estaba enganchado a su estropeada ropa. Con un gesto el anciano me invitó a pasar por la puerta. Y de esta forma después de 3 malditos años logré empezar una nueva vida y esta vez haré todo lo que deba hacer sin importarme lo que me cueste.